Se acerca el estreno de la segunda temporada de Fear the Walking Dead y en esta oportunidad entrevistamos de manera exclusiva a Dave Erickson, uno de los creadores y director de la serie, quien nos adelantó algunos detalles de lo que podremos ver en esta nueva temporada y lo que fue el rodaje en México. ¿Qué desafíos tendrán que enfrentar los personajes?¿El plan de abordar el bote fue buena idea? ¿Qué los espera en altamar?
P: ¿En qué se diferencia “Fear the Walking Dead” de “The Walking Dead”? ¿Es posible engancharse fácilmente con “Fear” si nunca has visto “The Walking Dead”?
R: ¡Es definitivamente muy fácil! No necesitas saber nada de “The Walking Dead” para quedar enganchado con “Fear”. Hablando con muchísimas personas: actores, productores y varios televidentes, todos están de acuerdo en que la manera en la que hemos abordado esta historia permite que la puedas disfrutar sin tener conocimientos previos ni del cómic ni de otras series. Sin embargo, la narrativa está estructurada de tal manera que si eres fan de las novelas gráficas y has seguido “The Walking Dead”, entonces de inmediato reconocerás los elementos clave de la mitología, y notarás la sutil manera en la que todas las historias están interrelacionadas. Finalmente, hasta el espectador más avezado puede apreciar el enfoque tan propio de “Fear”; el punto de vista original que nos brinda.
Para la primera temporada hicimos mucho énfasis en establecer que el lapso temporal de la historia narrada abarca desde las semanas en las que Rick Grimes permaneció en coma, justo al inicio de “The Walking Dead”. Los espectadores tenían entonces una ventana hacia los acontecimientos que Rick se perdió. No obstante, si se mira con atención el final de la primera temporada de “Fear”, notaremos que no se trata de terminar empalmando dicho final con el momento en Georgia del despertar de Rick. De hecho, los televidentes más atentos se darán cuenta de que estamos todavía a dos semanas de dicho despertar. Es muy interesante la manera en la que la primera temporada está estructurada, ya que, a medida que nos acercamos al inicio de la segunda, nuestra familia se encuentra relativamente aislada. Nos percatamos junto con ellos de que el orden anterior del mundo se está desmoronando; en los primeros episodios somos testigos de la llegada de la Guardia Nacional y del confinamiento de muchas personas en un verdadero campo de concentración. Todavía tenían la confianza en que las cosas podían ser remediadas en el mundo exterior. Recién en el final de la primera temporada se dan cuenta del grado de desintegración al que ha llegado la vida humana en el planeta.
Y eso es lo más apasionante del inicio de la segunda temporada: ¡la burbuja se ha roto! Han tenido que escapar de lo que en un primer momento pensaron era la seguridad que les brindaba la presencia militar, y ahora se encuentran solos, en la costa, en medio de la desolación y con el desastre que se va desarrollando justo frente a sus ojos. De esta manera, lo que nuestra familia expandida debe hacer ahora es tratar de evaluar la gravedad de la situación. ¿Qué tan lejos se ha extendido este mal? ¿Es algo que afecta a todo el país, a todo el mundo? Estas preguntas los colocan en una posición realmente interesante. Ya han aprendido mucho unos de otros, así como a respetar sus naturalezas y prepararse para lo peor… pero, ¿qué tan lejos estarán dispuestos a llegar para protegerse?
P: Cada familia experimentó una terrible pérdida a lo largo de la primera temporada. ¿Esto los unirá en la segunda, y los ayudará a encontrar la forma de sobrevivir?
R: Bueno, esto es muy interesante, ya que una de las cosas que eran más importantes para Robert Kirkman cuando empezamos a desarrollar esta serie era el tema de la violencia, y la manera en la que cada uno de los personajes reaccionaría ante ella. Esto no se refiere solamente a las ‘muertes’ de los infectados, sino a la manera en la que cada uno de ellos reacciona cuando se ven obligados a aniquilar a un infectado.
Hacia el final de la primera temporada, ya han experimentado el ataque de una horda zombie, y la mayoría de ellos (con la excepción de Travis, Chris y Alycia) han tenido que luchar cara a cara y han tenido que aniquilar a un infectado. Así que ahora sus preguntas van por el lado del efecto de la violencia en ellos y de la moralidad de sus acciones.
También han sido testigos de algo que podría ser llamado la caída de Los Ángeles. Las escenas en las que manejan a lo largo de una ciudad desolada, abandonada y muerta marcan el momento en el que efectivamente abandonan lo que fue su hogar, a sus amigos y vecinos, y es un evento catastrófico. Creo que en un principio todos están en estado de shock, y hasta después de un cierto tiempo empiezan de nuevo a establecer conexiones entre ellos y el mundo exterior, y eso trae por consiguiente el tema de la violencia.
Ahora, en la segunda temporada, han llegado hasta el bote de Strand, el ‘Abigail’, y creo que allí se darán cuenta muy rápidamente y a lo largo de los dos primeros episodios, de que no han sido los únicos en tener esa brillante idea. No son los únicos refugiados que han abandonado Los Ángeles huyendo hacia el mar. Esto creará más conflictos; ahora deberán decidir qué hacer cuando se encuentren con un infectado, y qué hacer cuando se encuentren con otros sobrevivientes. ¿Cómo confrontarlos, y quién representa el mayor peligro?
P: Strand dice al final de la primera temporada: “La única manera de sobrevivir a un mundo enloquecido consiste en abrazar la locura” ¿Cómo se lleva a cabo esto en la segunda temporada?
R: Creo que un gran tema de la segunda temporada de “Fear” es, una vez establecido que el mundo anterior ha desaparecido para siempre y que no hay vuelta atrás, ¿En qué se convertirá cada uno de los personajes? ¿Serán capaces de sobreponerse a todo, o se rendirán ante la enormidad de lo ocurrido? ¿Serán devorados y consumidos por el apocalipsis o podrán cambiar su naturaleza básica? ¿Podrán continuar la lucha contra la oscuridad y tratar de aferrarse a su humanidad?
Ese es un proceso que inició en la primera temporada, sobre todo con Travis, y que seguramente se profundizará en la nueva temporada. Una de las cosas que tanto Liza como Madison dijeron sobre Travis es que si se viera obligado a aniquilar a una de ellas, no se vendría abajo. Creo que una de las preguntas más interesantes de esta temporada reside en ver si Travis se quiebra o será capaz de mantenerse entero, no sólo por él sino específicamente por Chris, quien acaba de perder a su madre.
En realidad, la segunda temporada representa un frágil y violento renacimiento para todos y cada uno de los personajes. Creo que podrán ver elementos de esta ‘locura’ en varios de ellos, sobre todo en Nick, Travis y Daniel.
P: Hablando en específico de Daniel Salazar (Rubén Blades), existieron algunos momentos muy oscuros de su pasado que se dejaron entrever a lo largo de la primera temporada. ¿Se revelarán más hechos sobre su pasado en la segunda? ¿Cómo afectará esto su relación con su hija Ofelia (Mercedes Mason)?
R: En la primera temporada, llegamos a la conclusión de que Daniel no es simplemente un humilde y apacible peluquero. La verdad es que ha cometido varias atrocidades; ha sido partícipe de horrendos actos de violencia en un pasado. Su esposa Griselda lo sabía. Tal vez no conocía todos los detalles de estos actos, pero lo sabía. Sin embargo, estaba dispuesta a apoyarlo, e incluso a perdonarlo, pero ahora ella se ha ido para siempre. Su hija Ofelia, en cambio, acaba de descubrir esta parte de su personalidad y ahora lo juzga con dureza. Ofelia ha pasado casi toda su vida protegiendo a sus padres inmigrantes, bajo la premisa de que no estaban a la altura al venir de un ‘mundo arcaico’ con desafíos para asimilarse a la sociedad de los Estados Unidos.
Ella ha dedicado mucha energía y buena parte de su tiempo a cuidarlos, y ahora se da cuenta de que eran más autosuficientes y capaces de lo que ella jamás creyó. También se da cuenta de que en realidad nunca supo quiénes eran sus padres, o quién es su padre ahora. Por consiguiente, ahora trata de entender quién es él en realidad, mientras que Daniel busca en ella alguna especie de redención o perdón. Cuando ella ve a su padre no puede evitar pensar en lo que le ocurrió a su madre, y en que los pecados de su padre fueron los causantes de la muerte de su madre. Hay una enorme carga emocional para ellos a lo largo de la segunda temporada.
P: Hay una revelación hecha por Nick (Frank Dillane) justo al final de la primera temporada, en la que admitía haber vivido su propio apocalipsis como adicto a las drogas, y que los demás simplemente lo estaban alcanzando. ¿Qué tan importante es esto para el desarrollo del personaje en la segunda temporada?
R: Es una parte enorme de su desarrollo. Al final de la temporada pasada, Nick esencialmente tiene un momento de revelación. Experimenta un mundo que se desintegra y por primera vez en años, está libre de la adicción. Nunca podrá volverse a inyectar droga. Se da cuenta de que él es alguien que debió haber muerto muchas veces en su existencia pasada, pero que ahora deberá preguntarse a diario cómo y por qué sobrevivió.
Creo que tiene un cierto sentido de asombro y fascinación. Está realmente alucinado por todo lo que está pasando a su alrededor. Lo que más lo intriga es descubrir por qué se le dio una segunda oportunidad, y por qué en este mundo tan diferente al anterior. Ya que sobrevivió tanto tiempo al filo del abismo, es más apto para sobrevivir en estas condiciones tan extremas, y en realidad está más cómodo que antes. Puede ver el apocalipsis a través de un filtro que los demás no pueden apreciar. Ha tenido una experiencia previa de esa presión por sobrevivir un día más, por lo que ahora posee una ventaja sobre los otros.
P: Los infectados en “Fear” están mucho menos descompuestos que los zombies de “The Walking Dead” ¿Cómo afecta esto a la manera en la que los personajes reaccionan ante ellos?
R: Bueno, hemos avanzado un poco más en el tiempo en la segunda temporada, así que se han descompuesto un poco más, y ahora se ven más atrofiados. También tenemos ahora otros factores y elementos. Estamos ahora rodeados de agua salada y bajo un sol ardiente, así que veremos un rápido cambio en su apariencia, pero, fundamentalmente, todavía ha pasado poco tiempo desde que se convirtieron en infectados, y resulta muy difícil acabar con ellos. El aniquilarlos cobra una fuerte carga emocional a los personajes. Los muertos siguen siendo seres humanos, y queremos seguir mostrando el peso y la presión que siguen depositando en todos los que se ven obligados a eliminar a una de estas ‘personas’.
Algunos de los personajes todavía intentan reconocer algún rasgo de humanidad en los infectados, así como alguna traza de entendimiento o inteligencia. La primera horda zombie apareció apenas al final de la primera temporada, y en esta tendremos definitivamente muchos más infectados, pero todavía queremos mantener vigente la idea central establecida por Robert: que los muertos nunca serían utilizados como simple “carne de cañón”. Creo que ese concepto añade una perspectiva mucho más auténtica a la narrativa. Así que, no importa si se ven un poco más grotescos; aún queremos enfatizar sus cualidades humanas.
P: ¡Por qué es tan importante que los infectados no se conviertan en “carne de cañón”?
R: Algo que resulta muy interesante de todo el género zombie es que puedes proyectar en ellos cualquier ansiedad humana, cualquier fobia o cualquier miedo. El trasfondo de los muertos vivientes es que cuando los aniquilas, tienes permiso de aniquilar tus miedos. Creo que hay allí un fuerte elemento catártico; te permite tomar todas las cosas que odias y todo lo que no te deja dormir por las noches, para eliminarlo de una manera muy efectiva.
También creo que deseábamos evitar una situación en la que simplemente tuviéramos ola tras ola de infectados masacrados y sin imprimir un impacto real sobre los personajes. Fundamentalmente, debe pasar algo a nivel emocional con ellos. Cuando se presenta cualquier clase de interacción con los muertos, queremos asegurarnos de que tiene un propósito o que contribuye a la progresión de un tema con el personaje involucrado, o que impulsa el desarrollo de la narrativa. La violencia debe dañar tanto a quien la ejerce como a quien la recibe; en este caso, los infectados que son eliminados.
P: ¿Cómo fue rodar en México?
R: Bueno, al rodar en Baja California, tuvimos un equipo que estaba integrado en parte por estadounidenses y en parte por técnicos y artistas mexicanos, así como una gran cantidad de personal local. Fue una labor gigantesca, y, hasta donde yo recuerdo, inédito en la historia de la televisión. Fue una nueva experiencia para todos nosotros, escritores, directores, productores y ejecutivos del canal. Sentimos una gran satisfacción ante el trabajo realizado, y creo que vamos a darle al público una experiencia que nunca antes había tenido.
“Fear” es en realidad una serie muy diversa, y eso también es muy importante para nosotros. Cuando estábamos rodando en Los Ángeles, nos situamos en East LA, y exploramos barrios que muy rara vez aparecen en el cine o la televisión. Al filmar en México, seguimos esa temática. Fue increíble trabajar con directores, escritores y personal mexicano, y Bernardo Trujillo, nuestro diseñador de producción, tiene su centro de operaciones en la Ciudad de México, y ha sido notable todo lo que nos ha aportado con su energía y su perspectiva únicas e invaluables.
Creo que esa diversidad está presente en lo más profundo de la serie. Tenemos la fortuna de contar con un elenco y un equipo de producción increíblemente multifacético, elementos que le aportan una dimensión muy interesante y una perspectiva original y diferente, todo esto da por resultado una serie muy rica.
P: ¿Hay algo más que quisieras compartir con los fans acerca de esta segunda temporada?
R: Creo que la pregunta más interesante es esta: Todos sabemos que vamos a abordar un bote, porque lo vimos al final de la temporada pasada, pero… ¿hacia dónde se dirigen los personajes?
También creo que muy pronto comprobaremos que el océano no es mucho más seguro que tierra firme, y que existe todo un nuevo nivel de adversidad y riesgo sobre el agua. Esto fuerza a los personajes a dirigirse hacia un destino fijo, pero, ¿cuál? ¿Al norte, hacia Vancouver, o al sur, a Cabo San Lucas? El barco posee un gran rango de navegación y un tanque lleno de combustible, por lo que fácilmente podrían recorrer buena parte de la costa del Pacífico, un viaje de 5 mil o más kilómetros hasta llegar a Hawaii. ¡Podríamos incluso terminar filmando “zombies en el paraíso”! [Risas].
Esas son las preguntas más interesantes durante los primeros episodios de la nueva temporada: ¿Qué puerto seguro podrían hallar los personajes, y cuánto tiempo les tomaría llegar a él? ¿Será un lugar seguro o no?
La segunda temporada de Fear the Walking Dead estrena el próximo 10 de abril!! ¡Sólo por AMC!